RESPIRAR

“Mientras la respiración (prâna) sea irregular, la mente permanecerá inestable; cuando la respiración se calme la mente permanecerá inmóvil y el yogui logrará estabilidad. Por consiguiente, se ha de controlar la respiración (con la práctica del prânâyâma).”Hatha Yoga Pradipika

Por Pablo Alonso. Respiramos. Respirar nos mantiene con vida. Lo hacemos de forma automática, no nos planteamos en qué momento inhalamos o exhalamos, no controlamos los cambios en la respiración, esta cambia según nuestro estado de ánimo o en la medida al  esfuerzo que hagamos en cada momento.

Somos según respiramos. Poner consciencia sobre la respiración nos da un buen retrato de dónde estamos y de cuales son las emociones que nos afectan. Expandir conscientemente la respiración, practicar pranayama, nos va a acercar a ese lugar desde donde poder concentrar el flujo de la atención en un objeto, nos acerca a la meditación.

En la práctica de asana es fundamental la respiración, permite tener espacio para construir cada postura, nos indica si necesitamos hacer ajustes que nos acerquen a un espacio más confortable, nos ayuda a alinear el cuerpo de manera que la permanencia sea firme y confortable. Por supuesto, nos permite enfocar la mente para que no divague, nos ayuda a permanecer en el momento a momento de cuanto acontece en la esterilla.

Un asana sin respirar no es más que una figura sin vida. Si podemos respirar en nuestra práctica podemos: investigar, evolucionar en la postura, crecer como practicantes de yoga.

Respirar conscientemente, modifica y da calidad a nuestra respiración inconsciente, equilibra el sistema nervioso y nos ayuda a tener el comando de nuestras reacciones y tenerlas bajo control.

Respirar es vivir, la vida es respirar.

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