El objetivo de nuestra vida, según el Ayurveda, el sistema de salud más antiguo conocido, originado de India hace más de 5000 años, es la realización de nuestra propia divinidad. Poder llegar a experimentar que somos uno con toda la creación, y con la fuerza divina que nos ha creado. Un texto de Irene Cimino.
Algunas personas, pocas, esto lo tienen claro desde muy temprano, pero para la mayoría de nosotros, esa verdad, o iluminación (cómo quieras llamarle), solo puede lograrse con la madurez y la acumulación de experiencias. Con la sabiduría que nos regala la vida bien vivida, con presencia y coherencia entre nuestros pensamientos, palabras y acciones.
Y eso es precisamente lo que nos propone el Ayurveda, una vida larga y saludable, para tener la posibilidad de experimentar todos los objetivos y etapas de la existencia (purusharta), transcenderlos y comprender esa verdad absoluta.
La palabra Ayurveda proviene del sánscrito, la lengua de los textos sagrados del hinduismo, y se traduce como sabiduría de la longevidad. Esta filosofía de vida nos dice que nuestro cuerpo está diseñado para vivir entre 100 y 120 años, si lo cuidamos bien y cuidamos del medio ambiente, que es su hogar.
Así, con un vehículo sano y una mente estable, tenemos el tiempo que necesitamos para poder experimentar los 4 estados de la vida e ir trascendiéndolos:
- Dharma: lo podemos entender como misión de vida. ¿para qué estoy aquí? ¿Cuáles son mis dones, y qué hacer con ellos? Así, de entrada, te puedo decir que el dharma de todas las personas es servir, pero cada uno de nosotros debemos encontrar la forma de servir a los demás y al planeta según los dones y habilidades personales que tenemos. A veces, nuestro dharma y nuestra actividad laboral coinciden, y otras no. Pero, más allá de lo que hagamos para pagar las facturas, es esencial crear un espacio donde expresar nuestro dharma si queremos tener salud física y espiritual.
- Artha: en Ayurveda se entiende como acumulación (sin apego) de los bienes materiales suficientes para cuidar de nosotros y de los que están a nuestro cargo. Qué difícil seria sentarnos a meditar sin saber si podremos pagar el colegio de los niños, la factura del médico, o cubrir nuestras necesidades básicas de cobijo y alimentos… Importante: si estamos en una posición privilegiada y tenemos extra artha, debemos compartirlo con los que no están en nuestra misma situación. El sentimiento de que todos estamos interconectados forma parte de nuestro crecimiento espiritual, el sentir que el bienestar individual no es posible sin el bienestar colectivo. Da gracias por todas las bendiciones que has recibido y compártelas con los demás.
- Kama: vivimos en un cuerpo físico compuesto de 5 elementos (espacio, aire, fuego, agua y tierra), y gracias a él experimentamos placer, a través de los órganos sensoriales. Kama significa disfrutar del sexo de manera consciente y respetuosa hacia los demás y hacia nosotros mismos. Al ser una filosofía de vida completamente holística e integral, el Ayurveda tiene muy claro que debemos cuidar del cuerpo y atender a todas sus necesidades con medida. Dependiendo de nuestra edad y condición física, de la estación del año, etc., podemos disfrutar del placer de la conexión sexual con otra persona con respeto y amor.
- Moksha: este es el último estado de nuestra existencia terrenal. Moksha es la liberación, la transcendencia, el ir más allá de todo lo anterior, de los sentidos, del mundo material, de la vida propia y del planeta. Moksha es el desapego total y absoluto, el cortar con el ciclo de la muerte y el renacimiento. Alcanzar Moksha es experimentar el Yoga de la Unión con la fuente divina de la que provenimos, es regresar a casa.